Argentina logró un ajustado triunfo

Finalmente, comenzó la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Por fin, llegó el día. A pesar de que el partido inaugural y la gran fiesta fue con el empate entre los locales y México por 1 a 1, para los hinchas argentinos, lo importante vino con la presentación del equipo de Diego Armando Maradona ante Nigeria.

Un sábado lluvioso, una mañana fría y los argentinos nos despertamos muy temprano ansiosos por el pitazo inicial del alemán Wolfgang Stark. Puntualmente, a las 10.55, salen los equipos a la cancha y la emoción se iba acrecentando. Luego, el himno. Ese himno que nos conmueve escucharlo y provoca ese fuerte grito de los hinchas presentes en el estadio, esa arenga de los jugadores cual si fueran rugbiers, hizo que se derramaran las primeras lágrimas del Mundial.

Sin embargo, lo que a todos realmente nos importaba era el partido. Argentina, sin sorpresas entre los titulares, con Jonás Gutiérrez en la defensa y el tridente ofensivo compuesto por Messi-Tévez-Higuaín, comenzó el encuentro a un ritmo intenso. Las primeras jugadas fueron protagonizadas por Lionel Messi que, sin parecer tener algún tipo de presión, dejaba en el camino a los nigerianos como Diego en el 86. Primero, luego de una gran apilada, desbordó por el lado izquierdo y mandó un centro al ras del piso para dejar sólo a Gonzalo Higuaín, quien empujó de forma desviada el balón. Rápidamente, la “pulga” iba a tener otra situación de gol. A los 5 minutos, sacó un excelente remate que se metía en el ángulo izquierdo del arquero Enyeama, que a mano cambiada sacó la pelota al tiro de esquina. De este corner, lanzado por Juan Sebastián Verón, llegaría el gol argentino. Una buena cortina de Walter Samuel (¿infracción?) hizo que Gabriel Heinze, uno de los más criticados por la gente, entrara sólo y con un soberbio cabezazo marcara el 1 a 0.

Después del gol, la selección albiceleste siguió atacando y tuvo otras claras situaciones de aumentar el tanteador. Una gran asistencia de Carlos Tévez dejó sin marca a Higuaín, pero éste último tardó en definir y el arquero tapó muy bien. Luego, hubo unos minutos en los Messi no participó del juego y el equipo no atacó. Sin embargo, luego de un tiro libre de jugada preparada, (pared entre Lío y Di María que le quedó al “10” argentino) el rosarino acarició el balón hacia el ángulo derecho para que, nuevamente, se luzca el arquero nigeriano, quien, de a poco, se iba convirtiendo en la figura.

Sobre el final, Argentina se quedó, aunque siguió dominando el partido. Por su parte, Nigeria no encontró a sus delanteros en toda la primera mitad por lo que se fue al descanso sin concretar alguna chance concreta de gol.

El segundo tiempo se inició con poco juego de ambas partes, sin ideas claras para atacar y, es así, que hasta los 10 minutos lo único que hicieron fue regalarse la pelota continuamente. El conjunto africano intentó empatar rápidamente por lo que el entrenador sueco Lars Lagerback dispuso los ingresos de Obafemi Martins y Peter Odemwingie para lograr un ataque más eficaz.
Las “Súper Águilas” empezaron a dominar el partido y a llegar al arco de Sergio Romero con mayor precisión. Por su parte, Argentina ya no jugaba al fútbol y, cada vez que recuperaba el balón, parecía descansar el partido.

Pasaban los minutos y los nigerianos continuaban teniendo las chances más claras, mientras que los de Maradona sólo se resignaban a los contraataques. Por el lado derecho de la defensa, comandada por Jonás y Demichelis, pasaba el que quería. Primero Taiwo, luego Odemwingie, desbordaron cuantas veces quisieron.
No obstante, la segunda mitad no quería finalizar y en el equipo argentino nadie parecía querer la pelota.

Hubo 4 minutos de adición en los que Tévez y compañía aguantaron el balón sobre el corner, esperando el pitazo final del árbitro alemán. Esta vez fue Nigeria, sin embargo, si no hay un cambio rotundo el objetivo mayor va a ser difícil de conseguir.
No hubo buen juego, pero equipo y actitud es lo que sobra.

Los jugadores argentinos, uno por uno:

Romero: poca intervención, seguro en las salidas.

Jonás: mal partido. Muy perdido e inseguro en las marcas.

Demichelis: no se pudo complementar con Jonás, pero tampoco desentonó.

Samuel: poca intervención. Un error en el primer tiempo pudo haber terminado en gol para Nigeria.

Heinze: sólo el gol. No otorga una gran seguridad en defensa.

Mascherano: muy firme, como siempre. Un tractorcito. De lo mejor de Argentina.

Verón: corrió más de lo que jugó. Se fue con una fatiga en el gemelo.

Di María: pobre primer tiempo. Subió levemente el nivel en la segunda parte.

Tévez: más garra que fútbol. Luchó y luchó, pero tampoco deslumbró.

Messi: una de las figuras de Argentina. Sobre el final, se lo vio muy parado, sin intervención.

Higuaín: perdió dos situaciones claras de gol. Movedizo, buena tarea.

De esta manera, ahora habrá que esperar al próximo jueves cuando por el segundo partido del Grupo B, Argentina enfrente a Corea del Sur a partir de las 8.30. Los coreanos se ubican con 3 puntos al igual que su futuro rival, por lo que una victoria para cualquiera de los dos equipos lo dejará con un pie en los octavos de final.

Todos con la selección. Vamos Argentina!!!